lunes, 1 de junio de 2009

1. APROXIMACIÓN

La pedagogía crítica surge durante la segunda mitad del siglo XX y corresponde a una propuesta teórica que, considerando las diversas corrientes de pensamiento que reaccionaban ante las diversas manifestaciones de dominación que se producen en las sociedades capitalistas, identifican a la escuela como un espacio privilegiado desde donde la “dominación” y sus expresiones tales como desigualdad social, crítica inexistente de la realidad, y reproducción de todos esos vicios sociales, hacen caldo de cultivo. Si bien, esta visión asume que existen resistencias a las formas de sumisión social, estas carecerían de articulación, discurso teórico y fuerza para poder producir cambios. Por tanto, el aporte de las pedagogías críticas se materializaría en establecer a la escuela , en adelante, como bastión de cambio social. Ahora bien, para que se convierta en tal, debería asumir una serie de desafíos:

- Comprender la realidad imperante, especialmente desde la óptica de los seres humanos como sujetos históricos que se desenvuelven en sociedades de corte capitalista.

- Criticar dicha realidad teóricamente. Por tanto, existe la obligación de crear y articular ese discurso crítico.

- Impulsar que dicho discurso tenga correlato en la práctica.

- Desnudar y denunciar el currículum oculto que transversalmente cruza el sistema educativo y que permite la reproducción de las formas dominantes.

- Posicionar a los docentes como agentes centrales de transformación que logren la dinámica: teoría crítica/praxis.

- Permear a los estudiantes de dicho espíritu crítico de la realidad que permita resistencia y transformación social.

2. CONTEXTO

Asumiendo que el marxismo había desnudado de una u otra manera las contradicciones e injusticias sociales que se producen en y por el sistema capitalista y así mismo nos presenta a la economía como el paradigma que en gran medida rige las relaciones políticas y sociales, nuevas corrientes derivadas de la teoría marxista van sofisticando la crítica, especialmente, en lo que respecta a como las formas de dominación se enquistan en las sociedades occidentales liberales de corte capitalista.

Es así como la escuela de Frankfurt en un primer momento denuncia las formas de dominación capitalista desde la óptica de las relaciones y movimientos sociales. O sea las grandes estructuras, las instituciones y la teoría debían ahora necesariamente dialogar con lo social a fin de establecer un diagnóstico acertado de las problemáticas que estaban surgiendo. Considerando especialmente (a diferencia de miradas de antaño) los fenómenos económicos y sociales como procesos dinámicos. Este aporte es fundamental, ya que permite establecer, que de una u otra manera, las formas de dominación tienden a movilizarse en comunión con las transformaciones del proceso histórico y por ende hay que buscar y entender cuales son esas formas.

Los años sesentas presentan una serie de movimientos sociales que van en franca oposición a la hegemonía del sistema capitalista en el mundo occidental. En E.E.U.U. surgen grupos de reacción a las formas de dominación, se producen revoluciones políticas en América Latina y Europa hace presente diversas contradicciones a través de “mayo del 68”.

En la coyuntura de mayo del 68 la sociología crítica y en especial Pierre Bourdieu (1) dan un paso gigantesco. Bourdieu, básicamente, plantea el papel de la escuela como entidad o institución abocada a la distribución o reproducción de la “cultura” imperante dentro de sociedades capitalistas. Desde ese punto de vista, apela a que la escuela, de forma consciente e independiente, ayuda a las élites a reproducir la realidad social con todas sus desigualdades, a través de la "acción pedagógica" que ejercería una "violencia simbólica"(2) . Que dicha reproducción se haga de manera intencional e independiente daría mayor “legitimidad” a su acción. Además se apoyaría en el “capital cultural” que poseen los estudiantes, “capital” que marcaría su vida, representando sus contradicciones o condiciones. Autores como Henry Giroux (3) o José Rodriguez (et. al.)(4) plantean lo acertado del diagnóstico del Bourdieu, pero critican su visión negativa del fenómeno. Interesante es constatar como es el mismo autor quien rechaza tal idea al señalar que cree que una reproducción escolar de todas maneras se va deformando, en que presenta resistencia de los dominados y en la que se hace patente el surgimiento de movimientos sociales (5). Es importante señalar también, que el propio Bourdieu participó en 1988 en una comisión en Francia destinada a reflexionar respecto de los contenidos curriculares de ese país. Si su mirada hubiera sido tan fatalista, mal habría de haber participado en dicha empresa. (6).

En América Latina es Paulo Freire quien encabeza una verdadera cruzada pedagógica (en pleno contexto de Guerra Fría: De Revoluciones, movimientos radicales de izquierda, de teología de la Liberación, por un lado y golpes de estado, dictaduras, intervenciones foráneas de corte militar y/o político, etc.,por otro) al detectar las múltiples desigualdades y contradicciones que se dan en las sociedades latinas. Freire esencialmente establece las problemáticas de la educación como domesticadora de los hombres (seres humanos) en la región y visualiza la necesidad de que la educación apunte al hombre histórico, al hombre-sujeto y no al hombre-objeto que ha ido produciendo la tradicional educación de los países del Tercer Mundo (7). Es a Paulo Freire a quien podríamos nominar como uno de los iniciadores de la propuesta denominada “Pedagogía crítica”, por empezar sus estudios de la realidad brasileña tempranamente.

A partir de todos estos aportes diversos autores como Henry Giroux y Michael Apple van sumando a esta propuesta teórica.


1. Pierre Bourdieu, et. al.: La Reproducción: Elementos para una teoría para el sistema de enseñanza, 1998

2. José Rodríguez, et. al.: "Basil Bernstein y la sociología de la educación" en: Jaume Trilla, et. al.:El legado pedagógico del siglo XX para la escuela del siglo XXI, 2007. P. 309.

3. Henry Giroux: Teoría y resistencia en educación, 2004. Pp. 118-129

4. José Rodríguez..op. cit. P. 310.

5. Pierre Bourdieu: Capital cultural, escuela y espacio social, 2008. Pp. 125

6. Pierre Bourdieu: op. cit. Pp. 129-144

7. Paulo Freire: La educación como práctica de la libertad, 1997. Pp. 25-26

3. PRINCIPALES AUTORES

3.1. PAULO FREIRE(1):PAULO REGLUS NEVES FREIRE, más conocido como Paulo Freire, nació en Recife ( Brasil) el 19 de septiembre de 1921. Es en ese lugar donde aprendió a leer y escribir gracias a su padre, donde cursó sus estudios secundarios y también universitarios, estos últimos en la facultad secular de Derecho a sus 22 años de edad. Para ese entonces se convierte en profesor de lengua portuguesa del Colegio Oswaldo Cruz. Institución de la que también fue Director de Educación y Cultura desde 1947 a 1954.

En los años ’50 funda el instituto “Capibaribé”. A finales del año 1959 tuvo sus primeras experiencias en educación superior asumiendo la cátedra de filosofía en la Escuela de Servicio Social. En el año 1960 obtuvo el título de Doctor en Filosofía e Historia del Educando en la Universidad de Recife. En 1962 fue Consejero Pionero del Consejo Estatal del Educando Pernanbucano.

El 31 de marzo de 1964, después del Golpe de Estado en Brasil, que significó el derrocamiento del presidente Joâo Goulart en favor de una dictadura militar, fue destituido de sus funciones de consejero. En septiembre de 1964 es exiliado a la República de Bolivia. Luego del Golpe de Estado ahora en el país altiplánico, se traslada a Chile al lado de su familia. En este país vive hasta 1969, desempeñándose como asesor del instituto de Desarrollo Agropecuario del Ministerio de Educación de Chile y como Consultor de la UNESCO junto al Instituto de capacitación e Investigación de la Reforma Agraria de Chile (ICIRA). Paulo Freire trabajó también como profesor de la Universidad de Ginebra en la facultad de Educación.

En los años ’70 fue invitado a presentar su método de alfabetización en el Instituto de educación de Adultos en la Universidad de “Dar es Salaam” en Tanzania.

Durante el período comprendido entre 1970 y 1979 se dedicó a asesorar varios países del África independizada, cooperando en la implementación de sus sistemas de educación. En esos países procuró elaborar sus políticas en base a los principios de la autodeterminación. Sobre una de esas experiencias fue escrita una de las obras más importantes de Freire que es Carta a Guinea Bissau. Su experiencia en África fue criticada en relación a sus resultados que algunos estudios califican de magros.

En 1977 retorna a su patria donde continúa ejerciendo su idea de pedagogía. El 1 de enero de 1989 fue convocado a ejercer un cargo de secretario de educación de Sao Paulo.

El 10 de abril de 1997 publicó su último libro: “Pedagogía de la autonomía: habilidades necesarias en la práctica educativa”.

Paulo Freire falleció el 2 de mayo de 1997 en Sao Paulo. A partir de lo señalado podemos afirmar que Paulo Freire es un hijo de su tiempo. Una personalidad influida por el contexto de Guerra Fría, que en muchos casos afectó directamente su persona. Situación que no podemos ignorar toda vez que hacemos un análisis de su propuesta y pensamiento.

¿Por qué incluimos a esta excepcional persona dentro de lo que se denomina pedagogías críticas?. Freire sustentó una pedagogía que puede ser denominada como humanista-espiritualista. Humanista, porque centra en el hombre (se ocupará el término hombre para referirnos a ser humano, para utilizar la terminología de Freire) toda la problemática educativa siendo el objetivo básico de ésta la humanización. Espiritualista, porque centra en el espíritu el sentimiento que impulsa al hombre a autoconfigurarse, hace perceptible lo espiritual; lo que el hombre habla, escribe, realiza es producto perceptible de su espíritu. Freire considera que toda acción educativa debe ir “a posteriori” de una reflexión sobre el hombre y los siguientes ejes: ¿qué es?, ¿cómo es?, ¿pára qué?, por qué?, ¿contra qué?, ¿contra quién?, ¿a favor de qué?, ¿a favor de quién?, no existiendo una educación neutra. Postura y búsqueda que está en perfecta concordancia con el espíritu de conocer la realidad, criticarla y construir discurso crítico que buscan las pedagogías que estamos analizando en este artículo.

La educación liberadora se asienta sobre el criterio del hombre histórico. Los hombres, pues, son praxis. Que debe estar en permanente diálogo con el discurso crítico. Freire se opone a la “educación bancaria”, a la que opone la educación que denomina “liberadora” o “problematizadora”, que se identifica con lo indicado de la conciencia, cual es su intencionalidad, en este sentido es un acto cognoscente, que afirma la dialogicidad. De esta manera el educador no es sólo el que educa, sino que toda vez que educa, es también educado en el diálogo con el educando(2). Podemos encontrar aquí similitudes o coincidencias claras con la tensión Reproducción/Transformación propuesta por la sociología y pedagogía crítica.

Esta educación liberadora, propuesta por Paulo Freire, tiene como fin último la ordenación reflexiva del conocimiento al suministrar al hombre herramientas que le liberen de la seducción ingenua de la realidad. Su propuesta educativa busca encaminar la reflexión crítica hacia situaciones existenciales concretas.


3.2. MICHAEL APPLE:Michael W. Apple nació el 20 de agosto de 1942 en Patterson, New Jersey; ciudad cuna de uno de los movimientos de trabajadores más radicales en los E.E.U.U. Asistió colegios nocturnos para alcanzar el bachillerato ya que no pudo estudiar a tiempo completo en una Universidad por problemas económicos, a la vez que trabajaba en una imprenta local y como maestro de escuelas rurales y urbanas ya que en aquellos tempranos años 60 los maestros podían ser contratados sin tener un grado académico, dada la escasez de éstos. Michael Apple pasó su juventud en los años 60, época que lo influenció vivamente. Las contradicciones que se presentaban al interior de la sociedad norteamericana: movimientos antirracistas, anti Vietnam, todo un contexto de Guerra Fría, claramente permitieron que su espíritu crítico germinara.

Michael Apple es Profesor de Currículo e Instrucción y de Estudios de Política Educacional en la Universidad de Wisconsin, Madison.

El profesor Apple ha dedicado su pluma variados temas tales como política de la reforma educacional y la relación entre cultura y poder. Entre sus gran cantidad de obras podemos señalar: "Ideología y Currículo"(clásico a estas alturas), "Educación y Poder", "Maestros y Textos", "El Conocimiento Oficial", "Las Escuelas Democráticas", "Política Cultural y Educación".

Sus libros y artículos han sido ampliamente reconocidos en su país e internacionalmente, esto último gracias a numerosas traducciones de sus obras a idiomas tales como , español, portugués, italiano, chino, alemán, japonés y otros.

Michael Apple ha colaborado intensamente en reformas educacionales, en un considerable número de países, donde sus obras han sido acicate y sustento en el impulso de las políticas y prácticas educacionales democráticas(3).

¿Qué ideas de Michael Apple son coherentes con el marco en que insertamos las pedagogías críticas?. Podemos mencionar las siguientes:

- "El sistema educativo y cultural es un elemento extraordinariamente importante para el mantenimiento de las actuales relaciones de dominación y explotación"(p. 25) (4)

- Respecto del currículum plantea que este carece de la neutralidad de la que se jactaba en principio, y más bien sus "métodos y acciones, estaban planificadas para legitimar las bases estructurales de la desigualdad"(p. 28).

- La educación está implicada en la política de la cultura, así, ésta define que el conocimiento de algunos grupos se merece ser transmitido a otros grupos. (p. 37)

- La educación en general está cruzada por los ejes de Acumulación y Legitimación propios del sistema capitalista.

- Por lo anterior existe una "racionalidad de proceso productivo que convierte a la educación en iniciativa política muerta". (pp. 27-28)

- A pesar de lo anterior "los estudiantes no son receptores pasivos de los mensajes sociales". (p. 30)

(Faltan)


3.3. HENRY GIROUX: Henry Giroux nace en la ciudad de Providence, Rhode Island, Estados Unidos. Desde pequeño asistió a escuelas públicas, teniendo un encuentro con personas de distintas colonias extranjeras. Cultivó desde pequeño el gusto por el baloncesto, lo que perdura hasta hoy. Comienza su carrera académica en 1968, estudiando historia en la Universidad de Barrington, hasta el año 1974. Posteriormente, en 1977, se doctora en la Carnegie Mellon University de Pittsburg. En ese mismo año se convierte en Docente en Educación, y trabaja en la Universidad de Boston, hasta 1983. Luego se traslada a la Universidad de Miami, en la ciudad de Oxford, donde trabaja como docente hasta el año 1992. Posteriormente, trabaja en la Penn State University, donde se dedica a la cátedra de Waterbury Presidente de 1992 a mayo del 2004. Entre los cargos directivos más relevantes que desempeña está el de Director del Centro de Educación y Estudios Culturales de la Universidad de Miami; Catedrático en la Universidad del Estado de Pensilvania; Director del Foro Waterbury sobre Educación y Estudios Culturales, en la misma universidad. Desde mayo del 2004, Giroux trabaja en la Universidad McMaster, donde se dedica a la Presidencia Mundial de Red de Televisión en Inglés y Estudios Culturales. Actualmente vive junto a su esposa en la ciudad de Hamilton, Canadá.


Algunas de sus publicaciones editadas y traducidas al español son “Los profesores como intelectuales: hacia una pedagogía crítica del aprendizaje” (Paidós, Barcelona, 1990); “Igualdad educativa y diferencia cultural” (El Roure, Barcelona, 1992); “Placeres inquietantes: aprendiendo la cultura popular” (Paidós, Barcelona, 1996); “Cruzando límites. Trabajadores culturales y políticas educativas” (Paidós, Barcelona, 1997); “Sociedad, cultura y educación (con Peter McLaren)” (Miño y Dávila Editores, Madrid, 1999); “El ratoncito feroz: Disney o el fin de la inocencia” (Fundación Germán Sánchez Ruipérez, Madrid, 2001); “Cultura, política y práctica educativa” (Graó, Barcelona, 2001); “La inocencia robada” (Morata, Madrid, 2003); “Cine y entretenimiento. Elementos para una crítica política del filme” (Paidós, Barcelona, 2003); “Pedagogía crítica, estudios culturales y democracia radical” (Popular. Madrid, 2005).

Como se puede observar, Giroux ha permanecido apegado a Los Estudios Culturales, y estos han funcionado como un lente desde el cual mira y analiza la pedagogía y la educación. En este sentido, en su crítica a la cultura y al sistema educativo apunta a tener en cuenta la influencia imperante –en todos los ámbitos, pero sobretodo en el educativo- del mercado de las industrias culturales de Estados Unidos, siendo estas ultimas las que obligan a los niños y jóvenes a posicionarse como un objeto pasivo (receptor) de sus productos. Giroux hace su reflexión respecto a la Pedagogía y la Cultura a partir de su experiencia con temas atingentes a la raza, el género y las clases sociales, y plantea que no es sólo el control económico el único que ejerce el poder sobre la cultura y la sociedad, sino también una suerte de control de una “pedagogía cultural”. En sus investigaciones al interior de la escuela reconoce que existe una lucha de intereses dentro de la cultura, que se extrapola a la relación docentes-alumnos, donde ambos pueden resistir a la dominación que ejercen los productos de la industria cultural y el mercado.

Entre sus logros, destaca haber sido galardonado, en 1998 y 1999, con una distinción de lector invitado en educación del arte en el School of the Art Institute de Chicago; haber obtenido en el 2000 el premio escolar de investigación del Centro Getty; haber sido nombrado en el 2002 como uno de los cincuenta mejores pensadores educacionales del periodo moderno, en Cincuenta Pensadores Modernos en Educación: Desde Piaget a la Actualidad, como parte de la serie de publicaciones de guías clave de Routledge; haber sido elegido, en el año 2003, como el becario invitado de Barstow Visiting Scholar en la Universidad Estatal de Saginaw Valley; haber sido galardonado en el 2005 como Doctor Honorario de Letras por la Universidad Memorial de Terranova.


3.4. JOE L KICHENLOE: El Dr.Joe L. Kichenloe nació en Kingsport, Tennessee en el año 1950. Su primera posición académica fue en Rosebud Sioux en Sinte Gleska College ((1980-1982). Luego fue a LSU-Shreveport (1982-1989), Clemson University (1989-1992), Florida International University (1992-1994), Pennsylvania State University (1994-1998), y despues fue administrador en 1998-2000 del Brooklyn College. Kincheloe fue co autor en el programa de Educación Ph.D. en el Centro CUNY en New York, y sirvió como vice oficial en el programa ejecutivo de 2000-2005. Luego se mudó a la Universidad McGill en enero 2006. Su obra surge de una diversa gama de teorías tradicionales, y sus análisis enfocan en dinámicas sociales, culturales, políticas y económicas que se contextualizan en la enseñanza y el aprendizaje. Su estudio revela una gran comprensión de las fuerzas que forman la educación contemporánea. El entender estas dinámicas hace que el educador esté mejor equipado para formular políticas y desarrollar acciones que cultivan rigurosamente al intelecto al operar de manera más social, justa y equitativa. Kichenloe era apasionado al hablar en público y postulaba sus puntos de vista con un estilo único que se asemejaba a un predicador. Promovió sus ideas sobre pedagogía crítica por Norte y Sudamérica, Australia, Europa y Asia.

El profesor Kichenloe fundó el “Proyecto Internacional para la pedagogía Crítica Paulo y Nita Freire” en la facultad de educación de la Universidad de McGill. Bajo Kichenloe se crea la comunidad de investigadores y estudiosos en pedagogía crítica del proyecto Freire a nivel global. Kincheloe es considerado uno de los académicos líderes en pedagogía crítica, constructivismo, educación crítica multicultural, y discursos contemporáneos curriculares. El es el arquitecto de la teoría cognitiva crítica al desarrollar la noción de una psicología crítica de educación pos formal. El pos formalismo enfoca en exponer las relaciones de poder que forman la teoría de la psicología cognitiva y educacional en un esfuerzo por desarrollar una psicología de posibilidad. Tal psicología crítica enfoca en capacidades cognitivas humanas, subestimadas, la construcción socio-cultural de la mente, inteligencia colectiva y las dimensiones inexploradas de la cognición humana. El Pos formalismo postula que la psicología común históricamente ha obviado las habilidades de aquellos que caen bajo la clasificación de marginados, discriminados, de nivel socio cultural inferior o dominados por culturas colonizadoras. En este contexto, el pos formalismo crítico llega a ser una psicología socialmente transformadora.

Impacto La parte central de la obra de Kincheloe se enfoca en el estudio riguroso y multi dimensional de la teoría crítica pedagogía crítica, del conocimiento indígena, del anti colonialismo y otros discursos globales cuyo trabajo terminaría con el sufrimiento de los dominados. En sus esfuerzos en los últimos años Kichenloe enfocó su atención en las políticas del conocimiento y epistemología, con las diversas maneras que se opera y forma la conciencia humana, y las actividades educacionales sociopolíticas. Se dedicó a confeccionar una pedagogía crítica que ayuda al individuo a reformar su vida, para llegar a ser mejor académico y activista social, reconociendo su potencial cognitivo, recreando espacios democráticos en un mundo electrónicamente globalizado, instándolo a construir y ser miembro de comunidades de solidaridad que trabajan juntas para crear modos de educar y un mundo más equitativo pacifico y ecológicamente sustentable. Rucheeta Kulkarni (2008) escribió “Kichenloe menciona con esa voz autoritaria que posee, y su visión filosófica, que existe una crisis que se profundiza al ver como diferentes aspectos en el mundo tienden a dominar a la mente y el pensamiento, impidiendo que se desarrolle en todo su potencial. Hecho que tendría que afectar al verdadero profesor. Kichenloe lo anima a no desesperar, sino a tener esperanza y a aspirar a la obra transformadora de las ideas de la pedagogía crítica." Kichenloe falleció recién el 19 de Diciembre 2008, por fallas cardíacas.

Sin duda alguna, el pensamiento crítico de Kinchenloe es más extremo y descarnado que el de otros autores de esta corriente. Pero en lo sustancial su visión es remecedora, estremecedora inclusive. De ahí la importancia de su inclusión en nuestro trabajo. Lo que Kichenloe busca es conectar a los estudiantes con la realidad de su existencia. Al llegar a ser activos en su aprendizaje, los profesores críticos los llevan más allá de lo que las instituciones educacionales convencionales plantean, y los hacen conectarse a su realidad, a explorar su cuerpo de conocimiento lo que les haría desarrollar sus destrezas mentales que les llevaría a ponerse en contacto con su realidad de existencia. Kichenloe buscaba que el estudiante se auto preguntara “¿Qué haré con la vida que poseo?” “¿Cuales son las realidades a las que debo hacer frente como resultado de mi ser?” “¿Cuál es la naturaleza de esta existencia?”. Son preguntas ontológicas. Este proceso implica que los profesores enfrenten a los estudiantes con la manera en que los han construido socialmente, una comprensión que limita la auto determinación y la acción. Si bien, pocos lo pasan bien oyendo hablar sobre las maneras en que fuerzas invisibles y fuera de control individual los han moldeado, no se puede evitar este conflicto. Es una tarea delicada. Cuando los estudiantes exploran las fuerzas que han moldeado su identidad y sus sistemas de creencias, el proceso de repensar su identidad puede ser emocional y discutible. Los profesores deben estar dispuestos a explorar la construcción de su propia conciencia, abriéndose ellos mismos a la misma vulnerabilidad personal que le piden a sus alumnos. Esto se puede lograr sólo cuando el educador ha creado un ambiente seguro y de apoyo. A medida que el estudiante explora sus orígenes, su visión del mundo y su auto concepto, llegaran a aprender. Estos estudiantes llegan a darse cuenta que su propia conducta inadecuada en la escuela se interpretaría como una política de auto dirección y acción.


3.5. PETER MC LAREN: McLaren hombre de solo 51 años nació en Toronto el 2 de agosto de 1948, sus primeros estudios superiores fueron en literatura inglesa en 1973, para luego especializarse en teatro Isabelino. Años mas tarde obtendría el título de pedagogía y una maestría.

Posteriormente impartió clases en educación básica y media entre 1974 y 1979. Durante gran parte de ese tiempo enseñó en el más grande complejo de educación pública de todo Canadá, en donde inspiro su libro "Cries from the Corridor" en el que expone sus experiencias educativas. Es en esta obra donde criticaría de manera agresiva lo vivido, transformando este documento en el altamente aclamado libro sobre pedagogía "La Vida en las Escuelas".

Mclaren se autodeclara un maestro de izquierda, y su principal crítica la hace contra el sistema capitalista. Según Paulo Freire la pedagogía para Mclaren es una forma de vida, en la que hay que “poseer amor por la autonomía, y hacer un esfuerzo por mantenerla” (Mclaren 1995: 15) La búsqueda de la creatividad, el mantenimiento de la responsabilidad de estas aspiraciones son según Freire ideas fuerzas dignas de hacer praxis.

Algunas de las ideas atribuíbles a McLaren serían:

- Según Mclaren uno de los principios fundamentales que integra la pedagogía crítica es la convicción de que la enseñanza para el fortalecimiento personal y social es éticamente previa a cuestiones epistemológicas o al dominio de las habilidades técnicas o sociales que son priorizadas por la lógica del mercado (Mclaren 1995: 49)

-Una de las características principales de la pedagogía critica es la de cambiar desde adentro a través de medidas viables que permitan el desarrollo de los individuos.

-El lema principal es “enseñar a aprender” esto pretende además una evaluación constante no solo a los alumnos si no que también a los profesores

-Para un buen desarrollo del capital humano debe de existir una buena relación entre maestro- alumno, sin jerarquías.

-La evaluación debe ser vista como como un recurso “fértil” de manera en que apoye el estudio.

-La pedagogía crítica se preocupa de la producción colectiva enfatizando así los procesos de participación.




1. Para la confección de este comentario utilizamos:

- José A. Fernández: "Paulo Freire y la educación liberadora" en Jaume Trilla...op.cit. Pp 313-342

- Paulo Freire: op cit.

- Paulo Freire: Cartas a quien pretende enseñar, 1994.

- Universidad Arcis: Modernidad y educación, Manual de Magíster en Educación, 2004. Pp. 14-15.

2. En este enlace queda claro que la idea de "educación bancaria" y la relación educador-educando no pueden ser explicadas mejor que por el propio Paulo Freire: http://www.youtube.com/watch?v=iNrtbicBMVk

3. Parte de esta pequeña biografía está fundamentada en monografías.com. Se busca a través de google académico o el link directo:http://www.monografias.com/trabajos13/mnhilda/mnhilda.shtml.

4. En adelante las citas entre comillas son extraídas de Michael Apple: Educación y Poder, 1997.

4 .EL ROL DOCENTE SEGÚN HENRY GIROUX

4. 1. Presentación


Esta reflexión está basada en el artículo de Henry Giroux “Los profesores como intelectuales transformativos”(1) que analiza la situación de los profesores y el lugar que ocupan en el ámbito de las reformas educativas que se han puesto en marcha para mejorar la “calidad de la educación”, además de exponer una serie de interpretaciones, respecto del origen y desarrollo del rol de los “profesionales” de la educación en la actualidad, y soluciones respecto de los problemas que visualiza en esta peculiar realidad.

Si bien, el contexto al que dirigió primeramente su análisis no fue ciertamente el chileno, las ideas allí planteadas pueden ser perfectamente aplicables a la presente vivencia nacional, sino totalmente por lo menos en gran medida (¿no es nuestra reforma educativa, en alguna medida, copia de otros intentos reformistas foráneos?), y esto debido a que las críticas planteadas en el trabajo de Giroux corresponden a una realidad que en Chile también es palpable: la difusa calificación del profesor en profesional, técnico u obrero.


4.2 Planteamiento del autor


4.2.1..- La motivación y marco del trabajo:


En el texto está mencionado claramente el fin buscado por el autor al realizar el artículo, cual es: El mejorar la calidad del “trabajo del profesor” (fin que a primera vista resulta obvio y fácil pero ante el peso de la realidad y un análisis más profundo resulta casi utópico). Para desarrollar su contribución presenta la realidad de la labor docente dentro de un marco de reforma (s) educativa(s) que plantea amenazas y desafíos para el profesor actual.

Estas reformas, según el autor, plantean amenazas tales como la existencia de profesores, y por ende, alumnos que podrían ser calificados como sujetos no críticos de la realidad que los rodea a consecuencia de no considerar al profesor como un líder con habilidades transformativas en las escuelas. De este punto emana la segunda amenaza: La no-consideración de las habilidades intelectuales y experienciales de los docentes para aportar a la generación de las políticas educativas(2). Como consecuencia de lo anterior germina la tercera amenaza: La calificación de los profesores en meros técnicos ejecutadores de las políticas y directrices creadas en instancias, muchas veces, desapegadas de su experiencia actual.

Ante las problemáticas presentadas, Giroux suma los desafíos que surgen y debe enfrentar el docente. Primero existe la necesidad de entablar un debate público respecto del rol del profesor en la reforma educativa, luego plantea la necesidad de que los docentes realicen una seria autocrítica a “la naturaleza y finalidad de la preparación del profesorado” y por último, pero no menos importante, propone el desarrollo de una elaboración teórica que redefina los principales aspectos de la crisis educativa.

De esta forma Henry Giroux nos presenta un marco dentro del cual señala las causas de la crisis de identidad y definición del rol de los profesores dentro del proceso educativo. Por último presenta una solución a seguir para lograr establecer y reconocer los calificativos de “intelectuales transformadores y profesionales” en los docentes.


4.2.2.- Causas de la crisis del rol docente.


El problema presentado anteriormente tendría su raíz en la existencia de un ánimo de enfatizar los “factores instrumentales de la vida escolar” basado en “separar la concepción de la ejecución”, o sea, por un lado establecer desde reductos teóricos, muchas veces desconocidos en su momento, directrices, estándares, a seguir y respetar, en los ámbitos curricular, gestión, etc. Y por otro, tener mano de obra ejecutora, sin poder de decisión y participación efectiva, crítica e intelectual en la elaboración de aquellas directrices y estándares, representada por los profesores.

Estos principios conductivistas tendrían su germen en la formación misma de los profesores donde la idea de reflexionar sobre la naturaleza de los principios teóricos de la política o práctica educativa se reduce a cero en contraste con la masificación y cristalización de la idea de aprender como enseñar, “con qué libros hacerlo” y otras que niegan, ocultan e impiden el surgimiento de un pensamiento crítico que se traduzca en participación efectiva de los profesores en las instancias teóricas y de formulación de propuestas sobre la práctica educativa.

De esta manera nos encontramos con material curricular confeccionado con nula participación de profesores de aula, que son prácticamente plantillas que deben ajustarse a cada realidad como muy bien expresa Giroux “a prueba del profesor” el que sólo debe convertirse en quién lo implementa. El planteamiento conductivista aquí subyacente, se traduce en la idea de un marco rígido de acción y pensamiento del profesorado aplicable a todo evento, en este caso diríamos “a toda realidad o escuela”.

Por último nuestro autor señala que todas estas dificultades han llevado y seguirán llevando a nuestra labor y al proceso educativo y formativo de los alumnos a ser definido claramente como rutina.


4.2.3.- El camino a seguir.


Henry Giroux nos plantea la importancia de la mente en toda actividad humana, por ello la calidad de ser meros implementadores de las políticas educativas va en contra de lo que un profesional (de la “educación”) debe realizar y del porcentaje importante que debe tener el uso de su mente en ello por parte de los profesores.

Con respecto a lo planteado anteriormente, las escuelas no tienen una realidad en común en su totalidad, por lo tanto cada una tiene su contexto individual y como tal deben ser vistas. “No son lugares neutros”, los profesores, por ello, deben contemplarse desde su posición en la sociedad, en su contexto personal, laboral y de sus alumnos. Si queremos alumnos críticos, debemos ser profesores críticos.

El autor nos plantea la necesidad de que la pedagogía se haga más política y la política más pedagógica. Lo primero se refiere, básicamente, a la necesidad de la educación de ser más crítica con la realidad en que viven los alumnos y que estos tomen conciencia de los problemas políticos y socioeconómicos que se viven en la actualidad, hay que hacer más humanitaria la educación. Lo segundo se refiere a los canales de expresión que hay que dar a los alumnos, de materialización, voz y voto de ellos respecto de los aprendizajes logrados en comunión, organización, su particularidad dentro de su contexto histórico, social, etc.

En fin, como intelectuales transformativos, debemos ser participativos y críticos del momento que estamos viviendo, debemos sentirnos parte de la misión educadora desde la formación misma de su teoría, debemos tomar parte en todas las decisiones curriculares, económicas, de calidad laboral, de gestión, de política educativa, etc., con un discurso articulado y sólido. Sólo con dichas condiciones podremos sentirnos parte integrante y vital (papel que nos corresponde) del pilar educativo del país.


1. Henry Giroux: Los profesores como intelectuales transformativos, 1997. Pp. 60-66. Enhttp://www.colegiodeprofesores.cl/docencia/pdf/15web/Profesion%20Docente-15/Henry%20A.%20Giroux-15pdf.

2. M. Apple respecto de la calidad de los docentes señala: "Tanto si lo aceptamos como si no, los educadores están en disposición de ser llamados "intelectuales" ". En Michael Apple: Educación... op. cit. p. 31

5. FREIRE: EDUCACIÓN “BANCARIA” Y EDUCACIÓN “PROBLEMATIZADORA"


Este texto se basa en la obra “Pedagogía del oprimido” de Paulo Freire[1], y pretende hacer un contrapunto entre lo que el autor llama una “educación para la dominación” y una “educación para la liberación”. En ese sentido, Freire quiere demostrar cómo la educación tradicional basada en la relación entre el que narra y diserta, y el que oye pasivamente no hace sino crear una imagen de la realidad estática y desvinculada de la totalidad y el contexto que le da sentido. La educación necesita de la identificación, tanto del profesor como del alumno, del lugar común en el que ambos se sitúan de manera de otorgar a los contenidos el valor histórico y social que permita surgir la conciencia crítica.

5.1 Educación bancaria

En este tipo de educación se parte de la idea de la separación rígida e invariable entre el educando y el sabio, el que educa. El saber es una donación de aquellos que se juzgan a sí mismos como sabios, y que depositan en el otro ignorante los conocimientos y valores como “archivos” que deben ser memorizados y repetidos. En esta visión bancaria de la educación, los hombres son vistos como seres de adaptación y de ajuste que deben amoldarse pasivamente al mundo. En ese sentido, el autor parte de la idea de que la sociedad es justa, buena y organizada, y que la persona debe aceptar este orden de cosas como quien acepta la orden de un superior. Esta imagen paternalista del proceso pedagógico implica la aceptación de un universo que viene dado de antemano, una narración mitificadora que preserva la cultura y el conocimiento “verdaderos” y donde el alumno sólo actúa como espectador.

Esta visión sobre los procesos educativos se caracteriza por no reconocer el carácter histórico de las relaciones sociales, las cuales no caben dentro de la lógica lineal de la relación sujeto-objeto como ocurre en las ciencias naturales. Así, “el otro” es visto como un individuo de control y aislado del contexto social al cual pertenece, despojándolo de su condición de sujeto autónomo y de deliberación. Además, plantea una visión del ser humano que separa a los hombres entre los que poseen y los que no poseen, teniendo ambos diferentes maneras de acercarse a la realidad, y viendo este proceso como algo “natural”.

5.2 Educación problematizadora

Esta educación propone generar conciencia crítica en la dinámica educativa a partir de la eliminación de la dicotomía en la relación educador-educando. Se trata de que no haya “otros”, sino que se reconozcan sujetos con autonomía y poder deliberativo y, al mismo tiempo, insertos dentro de un mismo escenario. En ese sentido, se hace cargo de la intencionalidad de la conciencia y de la reflexión sobre ella misma. La realidad no es algo dado ni algo “natural”, sino que la hacen y la validan los propios hombres. De esta manera, la educación problematizadora deja de ser algo que se narra a individuos pacientes para transformarse en un acto cognoscente. La educación problematizadora permite el diálogo, el intercambio y difumina la separación entre las partes participantes del proceso pedagógico, y en ese acto afirma que nadie se educa solo ni a sí mismo, sino que los hombres se educan en conjunto, mediatizados por el mundo.

Para Freire, “el objeto cognoscente que el educador bancario se apropia, deja de ser una propiedad para él y se transforma en una incidencia de su reflexión y de la de los educandos (2)”. Así, se desmitifica el contenido educativo para formar parte de una crítica y de una reformulación permanente, asumiendo al mismo tiempo una mirada a la propia situación de las partes intervinientes. De esta manera, se reconoce a los hombres como seres que están en constante construcción y que poseen una historia igualmente inacabada.


[1] Paulo Freire: Pedagogía del oprimido, 1975. capítulo II