Asumiendo que el marxismo había desnudado de una u otra manera las contradicciones e injusticias sociales que se producen en y por el sistema capitalista y así mismo nos presenta a la economía como el paradigma que en gran medida rige las relaciones políticas y sociales, nuevas corrientes derivadas de la teoría marxista van sofisticando la crítica, especialmente, en lo que respecta a como las formas de dominación se enquistan en las sociedades occidentales liberales de corte capitalista.
Es así como la escuela de Frankfurt en un primer momento denuncia las formas de dominación capitalista desde la óptica de las relaciones y movimientos sociales. O sea las grandes estructuras, las instituciones y la teoría debían ahora necesariamente dialogar con lo social a fin de establecer un diagnóstico acertado de las problemáticas que estaban surgiendo. Considerando especialmente (a diferencia de miradas de antaño) los fenómenos económicos y sociales como procesos dinámicos. Este aporte es fundamental, ya que permite establecer, que de una u otra manera, las formas de dominación tienden a movilizarse en comunión con las transformaciones del proceso histórico y por ende hay que buscar y entender cuales son esas formas.
Los años sesentas presentan una serie de movimientos sociales que van en franca oposición a la hegemonía del sistema capitalista en el mundo occidental. En E.E.U.U. surgen grupos de reacción a las formas de dominación, se producen revoluciones políticas en América Latina y Europa hace presente diversas contradicciones a través de “mayo del 68”.
En la coyuntura de mayo del 68 la sociología crítica y en especial Pierre Bourdieu (1) dan un paso gigantesco. Bourdieu, básicamente, plantea el papel de la escuela como entidad o institución abocada a la distribución o reproducción de la “cultura” imperante dentro de sociedades capitalistas. Desde ese punto de vista, apela a que la escuela, de forma consciente e independiente, ayuda a las élites a reproducir la realidad social con todas sus desigualdades, a través de la "acción pedagógica" que ejercería una "violencia simbólica"(2) . Que dicha reproducción se haga de manera intencional e independiente daría mayor “legitimidad” a su acción. Además se apoyaría en el “capital cultural” que poseen los estudiantes, “capital” que marcaría su vida, representando sus contradicciones o condiciones. Autores como Henry Giroux (3) o José Rodriguez (et. al.)(4) plantean lo acertado del diagnóstico del Bourdieu, pero critican su visión negativa del fenómeno. Interesante es constatar como es el mismo autor quien rechaza tal idea al señalar que cree que una reproducción escolar de todas maneras se va deformando, en que presenta resistencia de los dominados y en la que se hace patente el surgimiento de movimientos sociales (5). Es importante señalar también, que el propio Bourdieu participó en 1988 en una comisión en Francia destinada a reflexionar respecto de los contenidos curriculares de ese país. Si su mirada hubiera sido tan fatalista, mal habría de haber participado en dicha empresa. (6).
En América Latina es Paulo Freire quien encabeza una verdadera cruzada pedagógica (en pleno contexto de Guerra Fría: De Revoluciones, movimientos radicales de izquierda, de teología de la Liberación, por un lado y golpes de estado, dictaduras, intervenciones foráneas de corte militar y/o político, etc.,por otro) al detectar las múltiples desigualdades y contradicciones que se dan en las sociedades latinas. Freire esencialmente establece las problemáticas de la educación como domesticadora de los hombres (seres humanos) en la región y visualiza la necesidad de que la educación apunte al hombre histórico, al hombre-sujeto y no al hombre-objeto que ha ido produciendo la tradicional educación de los países del Tercer Mundo (7). Es a Paulo Freire a quien podríamos nominar como uno de los iniciadores de la propuesta denominada “Pedagogía crítica”, por empezar sus estudios de la realidad brasileña tempranamente.
A partir de todos estos aportes diversos autores como Henry Giroux y Michael Apple van sumando a esta propuesta teórica.
1. Pierre Bourdieu, et. al.: La Reproducción: Elementos para una teoría para el sistema de enseñanza, 1998
2. José Rodríguez, et. al.: "Basil Bernstein y la sociología de la educación" en: Jaume Trilla, et. al.:El legado pedagógico del siglo XX para la escuela del siglo XXI, 2007. P. 309.
3. Henry Giroux: Teoría y resistencia en educación, 2004. Pp. 118-129
4. José Rodríguez..op. cit. P. 310.
5. Pierre Bourdieu: Capital cultural, escuela y espacio social, 2008. Pp. 125
6. Pierre Bourdieu: op. cit. Pp. 129-144
7. Paulo Freire: La educación como práctica de la libertad, 1997. Pp. 25-26
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